Título: …en un lugar llamado Tierra
Autor: Jordi Sierra I Fabra
Editorial: SM
Páginas: 216
ISBN: 9788434811751
Sinopsis: Un futuro no muy lejano: seres humanos y máquinas son iguales
ante la Constitución. Más aún, las máquinas, que han salvado a la humanidad del
Holocausto, son el motor del progreso y la vida social. La acusación de
asesinato de una máquina por parte de un hombre alterará la convivencia y
desencadenará el inicio de la revolución pendiente. Hal Yakzuby, un científico
que defiende al humano acusado de asesinato, y Balhissay 2-15, la máquina que
conoce los entresijos de la historia y la verdad del presente, se enfrentan en
un juicio apasionante que marcará el futuro del planeta.
Opinión
personal:
He de reconocerlo: desde que volví del Celsius (sí, sé que aún os debo una crónica del efstival, no me he olvidado) me tira mucho la ciencia ficción.
No sé si es porque hacía mucho que no leía nada de este género, o porque todavía no había conseguido de nada de lo que había pasado por mis manos me llamara realmente la atención. No sé. El caso es que juntando todo eso con que es un Premio Gran Angular y que lo firma Sierra i Fabra (en sus años mozos, para mí los mejores), no podía dejar pasar la oportunidad.
El mundo que se nos presenta en este lugar llamado Tierra es un futuro en el que humanos y máquinas son ciudadanos con igualdad de derechos reconocidos por la Constitución.
Al menos aparentemente.
En esta sociedad los humanos no pueden vivir sin las perfectas e infalibles máquinas, y estas no pueden vivir sin los que fueron sus creadores. La armonía entre las dos razas tiene que ser perfecta, y todas las actividades que se llevan a cabo están pensadas para que esto sea latente en cada paso.
Por eso, que una gran máquina aparezca muerta tras una misión espacial y que todas las sospechas recaigan sobre el único ser que estaba con ella, un humano, es mucho más que un mero caso de asesinato. Es un hecho insólito que puede desestabilizar toda la vida tal y como la conocen nuestros protagonistas.
Y aquí es donde entra Hal, un gran y famoso investigador cuya seguridad le lleva más allá de donde sería seguro y políticamente correcto llegar, pero que aún así no puede reprimirla. Así que, cuando la mujer del acusado del asesinato de una máquina acude a él para pedirle ayuda, no podrá para hasta descubrir toda la verdad. Que yo, por supuesto, no os voy a contar...
Jordi Sierra i Fabra tiene una extraña cualidad: contar una historia completa, compleja en trama y reflexiones, situándola en un espacio muy reducido de tiempo y de escenas.
Pero, afortunadamente, con esta no ha sido así y, como muchas de las obras de Sierra i Fabra, esta novela se ha convertido en un clásico de la literatura juvenil; y, en este caso, también de la ciencia ficción.
No sé si es porque hacía mucho que no leía nada de este género, o porque todavía no había conseguido de nada de lo que había pasado por mis manos me llamara realmente la atención. No sé. El caso es que juntando todo eso con que es un Premio Gran Angular y que lo firma Sierra i Fabra (en sus años mozos, para mí los mejores), no podía dejar pasar la oportunidad.
El mundo que se nos presenta en este lugar llamado Tierra es un futuro en el que humanos y máquinas son ciudadanos con igualdad de derechos reconocidos por la Constitución.
Al menos aparentemente.
En esta sociedad los humanos no pueden vivir sin las perfectas e infalibles máquinas, y estas no pueden vivir sin los que fueron sus creadores. La armonía entre las dos razas tiene que ser perfecta, y todas las actividades que se llevan a cabo están pensadas para que esto sea latente en cada paso.
Por eso, que una gran máquina aparezca muerta tras una misión espacial y que todas las sospechas recaigan sobre el único ser que estaba con ella, un humano, es mucho más que un mero caso de asesinato. Es un hecho insólito que puede desestabilizar toda la vida tal y como la conocen nuestros protagonistas.
Y aquí es donde entra Hal, un gran y famoso investigador cuya seguridad le lleva más allá de donde sería seguro y políticamente correcto llegar, pero que aún así no puede reprimirla. Así que, cuando la mujer del acusado del asesinato de una máquina acude a él para pedirle ayuda, no podrá para hasta descubrir toda la verdad. Que yo, por supuesto, no os voy a contar...
Jordi Sierra i Fabra tiene una extraña cualidad: contar una historia completa, compleja en trama y reflexiones, situándola en un espacio muy reducido de tiempo y de escenas.
Pero
no solo eso, sino que su magia también afecta a sus personajes. Son
claros pero sin caer en estereotipos, se calan rápidamente sin que dejen de
sorprenderte en todos los recovecos de su personalidad a medida que avanzan las
páginas.
Hal es uno de estos personajes
que consiguen que me encante desde el primer momento. Él y su hijo,
con quien tiene una relación muy fuerte.
Y no puedo tampoco olvidarme de Balhissay
que, aunque ya está muerto cuando empieza la trama, su muerte y todo lo que la
rodea es el eje central de toda la historia y de las implicaciones
revolucionarias que conlleva.
La verdad es que es
es una sorpresa agradable encontrarse con uno de los muy buenos libros que
tiene este autor, porque últimamente solo estaba leyendo los que (según mi
humilde opinión, no quiero ofender a nadie) sacaba como si fueran churros. A
ver, que yo sé que es muy muy muy difícil sacar tantos libros al año como saca
este hombre, y que a la fuerza no pueden ser todos igual de buenos; pero es que
la mayoría llegaban a decepcionarme, y mucho.
Pero, afortunadamente, con esta no ha sido así y, como muchas de las obras de Sierra i Fabra, esta novela se ha convertido en un clásico de la literatura juvenil; y, en este caso, también de la ciencia ficción.
Valoración:
Y,
por si alguien se ha quedado con ganas de más, tenemos las dos siguientes
partes de la trilogía: Regreso a un
lugar llamado Tierra y Testamento de
un lugar llamado Tierra.
Los
tres títulos se pueden encontrar en una recopilación hecha por Siruela :D
Nos
leemos ^^
Ana
2 pensamientos:
Jordi es un grande. Solo he leído un libro suyo pero me encantó. No veo el momento de leer más de sus lirbos.
Besotes
Pues sí suena compleja... todavía no sé si me animo a ponerla en la lista de pendientes jeje. Es prometedora en muchos sentidos, eso sí.
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