Reseña Al final de la calle 118, de Clara Cortés.

Antes de empezar con la reseña os pido que, por favor, la leáis con calma intentando interpretar todo lo que quiero decir sobre este libro que, en ocasiones, puede que no me explique bien. Pero de verdad que merece la pena leer hasta el final.

Título: Al final de la calle 118

Autora: Clara Cortés

Editorial: Plataforma Neo

Páginas: 352

Sinopsis:

Vivir al final de la calle 118 no es fácil.
La madre de Valeria y Raven las abandonó hace años sin dar explicaciones y ambas han tenido que aprender a ganarse la vida. Mientras Valeria tiene un insignificante trabajo como modelo, su hermana patea la ciudad en busca de hombres a los que seducir para pagar el alquiler a cambio de sus servicios. Valeria pensaba que todo seguiría así para siempre… hasta que escucha la música de aquel chico al final de la calle, junto a su casa, y sus miradas se cruzan.
Desde ese momento, una serie de curiosas coincidencias llevará a los personajes de esta novela a cambiar sus vidas como nunca se hubieran imaginado.

Opinión personal:

En cuanto me enteré de que Clara Cortés había ganado la 3ª edición del premio LaCaixa/Plataforma tuve esa sensación de que era muy merecido. Reconozco que me he pasado este tiempo hasta que ha llegado a mis manos fantaseando sobre él y creándome unas expectativas muy altas; y no, no me ha decepcionado para nada.

Al final de la calle 118 cuenta la historia de Valeria y de Raven, cuya madre las ha abandonado años atrás y han tenido que sobrevivir solas en un mundo que no es fácil. Para ello, nuestra protagonista Valeria se gana la vida trabajando como modelo, mientras que su hermana Raven es prostituta. Esta obra nos narra la lucha por la supervivencia de ambas chicas, los pequeños detalles que hacen del mundo algo más bonito y también nos describe a personas que hacen sonreír en los momentos más oscuros. En definitiva, la vida trae consigo muchos cambios, y éstos se ven reflejados en esta novela de una forma realista, sencilla y, en ocasiones, muy dura.

Sí, es cierto, Al final de la calle 118 me ha parecido una novela muy dura por el realismo que se esconde en cada página, pero también es una obra de lucha, de superación de todos los problemas, de amistad, de amor en todas sus definiciones… Todo esto narrado en primera persona, con un ritmo bastante pausado y que, a la vez, engancha. Debo reconocer que al principio me parecía un poco extraño que la obra tuviese esa cadencia, como si toda ella fuera una poesía que hay que recitar despacio, con rimas en las frases y muchas comas para que el lector no se perdiese un solo detalle. Pues bien, eso que me extrañaba en un principio creo que es una de los puntos que más destacaría de la novela. Clara, con apenas 18 años, ha conseguido usar un estilo muy personal y muy maduro que enamora al lector. No es, sin duda, una obra para leer con prisas o una obra que leer de 5 en 5 minutos mientras corres para no perder el siguiente metro. Si algo he aprendido con la lectura de Al final de la calle 118 es que como más se puede disfrutar es sentándote en la terraza, con el olor a primavera y el sol, y dejándote llevar por ese ritmo que la autora ha impuesto y que tan acertado es.

Aunque en sí la lectura pueda parecer lenta, lo cierto es que la trama engancha. Con su sencillez y realismo no puedes separarte del libro hasta que no vas descubriendo qué se esconde detrás de todas esas situaciones que se narran en la novela. La trama da unos giros brutales y mantiene la intriga en todo momento. Quizá hay algunas partes que sean más predecibles (en concreto he encontrado una, pero no voy a mencionarla por no hacer spoilers) pero eso no quita que sea menos especial. Creo que desde un primer momento Clara nos malacostumbra a jugar con el lector y, cuando encuentras algo que podrías esperarte es como: ¡te pillé!.

Los personajes… Ay, qué decir de ellos. Sin duda alguna Valeria es un personaje que me ha encantado, tan especial, tan suya, tan luchadora. Como si tuviese una misión en la vida que tuviese que cumplir, y que sabes que no abandonará hasta no verla realizada. Raven (o Rachel, como prefiero llamarla yo) me ha enamorado. Es el personaje que no tiene la batuta de la obra, pero que se gana al lector poco a poco, calándose muy hondo. Y Simon me parece un gran personaje, aunque creo que de todos los personajes principales es el más tópico, pero aun así tiene algo que le hace especial. Los personajes secundarios están muy muy bien trabajados y ayudan a redondear esta obra, que se podría decir que roza la perfección. También hay que comentar que la sencillez con la que narra la autora hace que nos sintamos identificados con ellos, así como las situaciones que viven, y eso ayuda a meterse aun más en el libro.

Como ya he comentado, puede que la trama parezca lenta aunque en el fondo no lo sea, pero esto es debido a la cantidad de frases tan perfectas que ha logrado hilar la autora (no os podéis imaginar las citas que he sacado del libro, quizá cuando más gente lo haya leído haga una recopilación, porque merece mucho la pena), y también a lo hondo que llega. En ocasiones, mientras lees, sientes como tu corazoncito se va haciendo pedazos y se va resquebrajando poco a poco. Ojo, no únicamente porque el libro tenga su parte dura, sino también en los numerosos momentos de felicidad que vemos en él. Si lo que quería la autora era llegar al lector, ha conseguido hacerlo y de una gran manera.

Además del estilo de Clara, el cual me atrevo a afirmar que es mi mejor descubrimiento de este año (y parte del pasado), la autora ha conseguido dar detalles entre las líneas que, si no los encuentras, creo que no conseguirás llegar al fondo de lo que significa esta novela y lo que la autora quiere expresar con ella. Es por eso que, como ya he comentado antes, recomiendo una lectura calmada para lograr conectar con la autora como nosotros conectamos sin duda con los personajes.

En definitiva, Clara ha conseguido sorprenderme con una forma de narrar muy madura, sencilla y complicada a la vez, que no deja a nadie indiferente y con una historia que va a llegar a muchas personas. Me quito el sombrero con su trabajo, es brutal.

Antes de acabar, y como sé que puede que sea una de las cosas que más se comenten (lo poco que he leído ya hace hincapié en ello) decir que para mí el final es el broche de oro a una historia brutal, pero que es cierto que para entenderlo puede ser necesario haber entendido todo lo que la autora nos transmite a lo largo de las más de 300 páginas que tiene la novela. Yo, sin duda alguna, apoyo al 100% este final cuando echo la vista atrás y lo comprendo todo. Ya me contaréis si lo habéis leído y opináis lo mismo.

Y ya lo último: la portada me encanta, es una preciosidad, pero creo que no pega para nada con la historia que se está narrando. Aunque, como bien digo, es mi opinión personal. ^^

Valoración:

Bueno, ¿alguien lo ha leído ya? Os recuerdo que el día 15 estará en todas las librerías y, si aun no habéis pensado comprarlo, es una gran opción y una gran lectura.

Garazi