¡¡Hola Marcadores!!
He aquí
cómo encontrarte tan maravillada por un libro que no puedes ni hacer una reseña
en condiciones. Perdonad lo que vais a leer a continuación, y si no sabéis ni
de qué hablo. Los feels le pueden a la cabeza. xD
Título:
Los días que nos separan
Autora:
Laia Soler
Editorial:
Plataforma Neo
ISBN:
9788415750239
Páginas:
414
Sinopsis:
Abril está obsesionada con
sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le
aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor,
un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma,
sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.
Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.
Opinión
personal:
Y ahora
es cuando yo empiezo a dar mi opinión sobre la novela. Sí, esto sería así si
supiese cómo. Quedé tan impactada con la obra cuando la leí hace ya casi tres meses
que aún no me he atrevido a escribir sobre ella. Y esto no es algo que me suela
pasar.
Los
días que nos separan es una obra que tiene MAGIA. Y sí, ya sé que estará muy
trillado que se diga esto por la bloggosfera, pero es que es el primer término
que me viene a la cabeza cuando pienso en esta historia.
Marina
y Víctor son dos personajes de 1914. Abril y Leo son dos personajes del
presente. ¿Cómo están unidas sus historias entre sí? Pues por los sueños.
¿Queréis saber algo más? Pues tendréis que introduciros en sus páginas.
Debería
hablar de la novela, pero no sé por dónde empezar ni cómo, porque mi esquema de
reseñas se ha visto completamente trastocado. Podría hacer una reseña
simplemente de citas que me han marcado, pero tendría que escribir medio libro.
Una de las cosas que más me gustan es coger un libro ya leído, abrirlo por una
página al azar, y leer un fragmento. El problema de esto es que a veces te deja
un buen sabor de boca, y otras veces esperabas algo diferente. Pues yo he rescatado
LDQNS de la estantería, y lo he abierto. Y, sin darme cuenta, había vuelto a
releer 4 capítulos completos. Aún sigo sin explicarme de dónde viene ese imán
que hace que empieces a leer una línea y no puedas dejarlo. Desde el capítulo 1
hasta los agradecimientos no hay un solo instante en el que digas: “Voy a dejar
de leer, ya seguiré luego” o “A ver si esta parte pasa pronto, que me interesa
menos”. La novela desprende agilidad y
buen hacer en todas sus páginas. Y este buen hacer se ve reflejado en una
historia sin un solo fallo, muy bien documentada y, lo más importante para mí,
unos personajes que te dejan con la boca abierta.
Tanto
Marina y Víctor como Abril o Leo desprenden fuerza. En cada diálogo Laia logra
expresar con apenas una línea los sentimientos de los personajes o su estado de
humor, y eso se transmite al lector. Nunca me han gustado los libros planos que
no logran meterte en la historia. Pero es que con Los días que nos separan HE
ESTADO DEMASIADO METIDA. He acabado incluso con ataques de feels en plena
biblioteca, donde leía en mis ratos de descanso, suspiros que hacían que la
gente me mirase más, e incluso alguna que otra lágrima (bien disimulada,
obviamente).
Si bien
es verdad que la historia del pasado engancha mucho más, Abril logra ganarse al
lector con un protagonismo secundario, y es de agradecer que se dé importancia
a un personaje no tan principal, que a veces suele renegarse a un segundo plano
sin prestarle toda la atención necesaria. Lo mejor es que Marina y Abril se complementan.
Y entre pasado y presente hay tal fusión que le da a la obra un matiz especial.
La
historia de amor. Ay. Feels. Creo que ya ha sido mencionada en cada una de las
reseñas que se han hecho de la novela, y para no repetirme mucho más (y hacer
de esta entrada un caos más profundo del que ya es) sólo comentaré que es
PER-FEC-TA.
Otro
punto clave son las referencias. La obra está plagada de alusiones a Peter Pan
(AWWWWWWW) y es algo que me ha encantado. Desde pequeña es una de mis historias
favoritas, y verla tomar tanto protagonismo en Los días que nos separan ha sido
uno de los puntos que más me ha tocado.
Por
último, mencionar que no es una obra que trate sólo una historia de amor: Yo le
veo un gran trasfondo, empezando por una crítica a la desigualdad entre clases
sociales, incluyendo una pareja homosexual tratada con total naturalidad o
haciendo alusiones a algunos problemas que pueden desestructurar una familia.
Chapeau para Laia por incluir esas pequeñas lecciones de vida que, aunque pasen
un poco desapercibidas eclipsadas por la historia de amor (AYYYYYY *_*) , hacen
que el lector se mentalice de muchas cosas o, al menos, piense en ellas.
Y qué
decir del estilo de la autora. Todos los que rondamos por la bloggosfera
sabíamos que Laia tenía un buen estilo, y escribía bien, pero ha ido más allá y
nos ha demostrado que posee una pluma brillante para su edad, como si
Campanilla hubiese esparcido sus polvos de hada sobre la historia, convirtiendo
cada palabra en magia.
En un
principio me imaginé una pastelosa historia de amor que haría que mi azúcar se
disparase, y me he encontrado con una obra en la que cada frase es poesía pura.
Sin duda, enhorabuena a la autora.
Un ritmo ágil y una narración sencilla pero contundente, junto con unos personajes INCREÍBLES y una historia especial son las cartas de presentación de Laia Soler en esta novela.
Valoración:
Y
después de esta reseña que no sé si tiene pies y cabeza, que es una mezcla de
todo un poco, y que no sé si alguien leerá (y si la lee, la entenderá), me
despido. ¡¡Nos leemos pronto por aquí!!
Garazi
2 pensamientos:
^Me apetece mucho leerlo tiene pinta de ser diferente pero, no sé porqué, creo que a mi no me gustará tanto como a la mayoría. Me he apuntado a un sorteo en el que este libro es el premio, ojalá tenga suerte jeje
Un saludo!
Jjajajajajajajajajjaajajj me encanta tu cabeza xD
Pues la verdad es que me has convencido, con esos suspiros malintencionados y esas lagrimillas disimuladas entre libros de la biblioteca.
A mí, todo lo que sea fin del XIX principios del XX me vuelve loca.
Si me quedaba algo de reticencia para leerme LDQNS, FIN, POR TU CULPA. Más dinero :__(
jajaja
Un beso <3
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